- Con su obra consolida los fundamentos del modernismo musical.
- Constituye un puente entre el Romanticismo Tardío y el Modernismo.
- Su música alcanza los límites del sistema de armonía tonal, llevándolo a un stress cromático extremo.
- Los procedimientos formales de sus obras, igualmente, llevan a sus últimas consecuencias los esquemas formales heredados del periodo de práctica común (Siglos XVII – XIX) de la música erudita occidental.
- Experimenta con múltiples técnicas narrativas y de conducción, con lo cual genera estructuras complejas de composición orquestal. Con Strauss, las formas sinfónicas alcanzan su cúspide, caracterizándose por la complejidad de sus procesos temáticos, el desarrollo de múltiples planos sonoros, el stress cromático extremo en la armonía, y una continuidad narrativa sin precedentes que acerca el poema tonal a las grandes obras de la literatura.
- Su obra progresa desde el “poema tonal” de grandes fuerzas orquestales, al “drama expresionista” con sus obras maestras Salome y Elektra. Escribió igualmente obras para instrumentos solistas y ensambles de cámara, dejando también un amplio repertorio de canciones recitales o “Lieder”.